En Medellín, contrario a lo que pasa en Bogotá, no hay problemas de recolección de residuos sólidos, pero sí de disposición, pues tiene la necesidad de alargar la vida útil del relleno sanitario La Pradera y evitar impactos ambientales.
Por ello trabaja fuertemente en el reciclaje, tema en el que es modelo en Colombia. Sin embargo, está lejos de la meta de recuperación de residuos sólidos.
Ana Milena Joya Camacho, secretaria de Medio Ambiente de Medellín, reportó que en la ciudad se generan aproximadamente 2.200 toneladas de basura cada día, de las que se recupera el 12 por ciento, que equivale a 264 toneladas. No obstante, apuntó que, en promedio, del total de residuos sólidos se puede recuperar el 30 por ciento, que son 660 toneladas.
Anotó que la gran meta es alcanzar ese 30 por ciento posible, aunque precisó que en esta materia los avances son lentos y difíciles, por lo que la administración de Aníbal Gaviria Correa aspira a llegar al 15 por ciento en 2015, cuando termine su periodo.
Son 3.600 personas las que se dedican al reciclaje en este territorio. No todas están vinculadas a las 15 cooperativas que funcionan en el oficio.
En manejo de estos residuos, la Alcaldía invierte 10.000 millones de pesos al año. Además, cuenta con siete centros de acopio de material, operados por algunas de estas cooperativas. Uno queda en el Bazar de los Puentes, otro en Barrio Colombia y cinco más en cada uno de los corregimientos. Adicionalmente, la secretaria anunció que la idea es tener otro centro de acopio en San Antonio de Prado, debido al acelerado urbanismo.
Para la secretaria, hace falta más separación en la fuente y fortalecer el modelo de recolección de residuos, pues "hay puntos críticos donde la gente no saca la basura cuando es".
Gabriel Ángel Pineda ha vivido 30 de sus 56 años de cuenta del depósito de reciclaje que tiene en el barrio Blanquizal (comuna 13), y aseguró que a la gente "le da brega entender la separación de los residuos en cartón, vidrio, plástico, archivo, periódico, aluminio, hierro, cobre y orgánicos. Solo me los venden separados en unidades residenciales".
Es que, desde 2009, en Medellín es obligatorio el reciclaje para estos complejos habitacionales, que deben cumplir el Plan de manejo integral de residuos sólidos.
Así lo afirmó Alfonso Álvarez López, director de Asurbe, entidad que agrupa a 370 urbanizaciones del Valle de Aburrá. "Con ellas hacemos campañas para que apliquen el plan. La cultura es reactiva, no por convicción", apuntó.
Agregó que si las unidades disminuyen los residuos que recoge Empresas Varias, esto redunda en rebajas en la tasa de aseo de los apartamentos. "Las tarifas actuales son, en promedio, de 30.000 pesos, y el ahorro puede ser hasta del 50 por ciento", señaló.
Esto muestra que, en cuestión de reciclaje, lo fundamental es la protección del medio ambiente, pero también es importante la parte económica.
Cuando se analiza el negocio en pequeñas cantidades, las ganancias parecen pocas. Un kilo de vidrio cuesta 120 pesos; uno de plástico, 300, y el de cobre, el más caro, entre 11.500 y 12.000 pesos.
Pero otra cosa pasa al dimensionar la totalidad. Luis Aníbal Sepúlveda, director ejecutivo de la Asociación Colombiana de Ingeniería Sanitaria y Ambiental (Acodal), contó que, en promedio, una tonelada de reciclaje se vende en 300.000 pesos. Esto, multiplicado por las 264 toneladas diarias y por 365 días, revela que en Medellín esta actividad mueve más de 28.000 millones de pesos al año.
